SUPREMA
Feliz Señor me siento siendo bardo
que digan, no me importa: ¡pobre loco!
fortuna grande adentro toda guardo
la luz que afuera brilla dura poco.
Llegarme sueles numen sin retardo
mi mente tiene ojos, almas toco
jamás podrás herirme altivo dardo
doquiera voy, suprema fuerza invoco.
Te mudas tú materia a otro medio
los cambios, ley de vida son, eternos:
¿decidme cuál mortal halló el remedio?
Aquí en la tierra existen mil infiernos
creando, yo combato odioso tedio:
¡me brotan por puñados versos tiernos!
JAIME IGNACIO JARAMILLO CORRALES
Condorandino.