Le han hecho un traje de amianto
para salir al vacío
y en el dedo corazón
le han incrustado un anillo
que es mágico cuando duerme
sobre su azafate tibio
y sueña con celestiales
soplos de brisas y niños,
marineritos errantes
simplones y divertidos
que juegan con él y cantan
las canciones de hace siglos.
otros amigos pequeños
sonrientes, otros niños...
"Dadme pan que tengo hambre,
haced fuego...tengo frío,
dadme agua, tengo sed,
¡dadme aire...no respiro!"
...Sueña que es el campo abierto
su congelador recinto,
con bosques que en otro tiempo
dicen los robots que ha habido.
Sueña playas y ensenadas,
sueña agua de limpios ríos,
sueña valles y montañas
pobladas de aves y trinos
y por la vereda parda
por el calor del estío,
montado en su pony verde
sueña que camina el niño...
No quiere que le despierte
de las naves el zumbido,
no quiere necesitar
la mascarilla de oxígeno
y las píldoras azules
no sacian su hambre de niño.
Las naves surcan veloces
por el espacio infinito
buscando un planeta azul
de verdes valles y ríos
que conquistar. Y acabó
ya la magia del anillo
...envuelto en su traje tosco
se supo el último niño.
"Dadme agua, dadme pan,
dadme calor, tengo frío..."
dadme calor, tengo frío..."