Alberto Escobar

El día después

 

 

Noto, desde hace tiempo, que el peso del ayer
va siendo tan grande que siento alivio cuando
miro hacia atrás, cuando recuerdo instantes 
en que las manecillas del reloj se detuvieron.
 
Ayer hice un viaje a traves del tiempo, me subí 
a lomos de un corcel blanco que se alzara ágil
al viento del recuerdo para guiarme a aquellos
años en que todo mi camino estaba por hacer.
 
Cual fue mi sorpresa cuando vi que todo lo que
dejé sigue en su sitio: la misma complicidad, la
misma alegría, la misma amistad...
 
Me alegra ver que la vida pasa por nuestros
corazones sin dejar llaga alguna, seguimos
siendo los mismos, pero más sabios,           mejores todavía...
 
Espero, como en Casablanca, que esto sea
el principio de una hermosa reamistad...