Sé que estoy muy achacoso,
Que me irrito fácilmente,
Que me porto impertinente,
Pocas veces, cariñoso;
Que por ser ya tan añoso,
Y, a la vez, tan imprudente,
A veces estoy ausente
En mi mundo misterioso;
Pero si entienden mi historia,
Comprenderán mi locura,
Renuncié a la vanagloria
Y procuré la ternura
De su verdadera gloria,
Que es de amor, comprensión pura…