Estoy leyendo un poema de Jaime Sabines
un poema breve (es tan escueto)
Aquél que dice:
“Qué risueño contacto el de tus ojos…”
La imaginación se pierde en ese verso
se trasuda
se cansa
se vence
---¿pero qué sabe el hombre…
sobre el hombre mismo?
Qué risueño contacto hay entre el hoy
y el ayer -por el cuál-
Yo vivo.