I
Esta vez es la fuerza de
la hoja, la piedra, la flor
moviendo hilos tiesos
detrás de aquellos que nos mueven.
Riendo tanto como quien llora mucho
se entraman en un mismo capítulo
sueños y sed.
Sueños como de quien escala el viento
sed de quien se siente de vuelta
ya la mente suspendida
a veces es necesario no saber
y en ese misterio
el silencio lo dirá por nosotros.
II
Y tu ahora
te asomas a estos contornos
embriagando los límites
dejando atrás lo crujiente en tono seco.
Si acaso despiertes al alba somnolienta
aprieta contra el pecho la despedida que aun no es
y goza la conciencia de no tener conciencia
de que cuando llegue la sonrisa ultima
volveremos a ser mundo
ya íntimos, anónimos y nuestro.