Las nubes pasan lejos de los amantes,
aún en invierno están por todas partes,
las manos en los bolsillos del otro,
la sensación de soy tuyo.
La lluvia no espanta a los amantes,
intercambian los abrigos,
se confunden entre ellos,
caminan al unísono.
Empapados se besan
se envuelven y ahuyentan el frio,
hasta el viento los arrulla,
la ciudad los abraza.
Son demasiado bellos,
demasiado lindos,
para estar en este mundo,
deberíamos pegarles un tiro.