Lolaila

Mágico instante

Al despuntar la mañana con sus primeros albores,
en el tropel de su ritmo,
el corazón se acongoja,
en sus colores se abriga, perdiéndose su mirada,
empapándose en sus sueños,
abriendo viejas heridas.
Se lame los arañazos, con la saliva maldita,
que se pegaba a sus labios, en la pasiÓn de las noches,
cuando el sudor del silencio, erizándole la espalda,
como agujas se calaba hasta el fondo de sus huesos.
Y en la agonía del viento, suspiraba sus fracasos,
en el perfume de rosas que abrazaban su quimera,
Agradecida a la vida, por ser fiel acompañante.
Admirada de la dicha de ver un mágico instante