Trenzándo colores, la vida se pasa
es algo serio, no es guasa
no es lo mismo trigo que centeno
ay, calle de mis sueños
donde dormía tranquilo
sin madrugar los domíngos
puerta de los cultidóres de pieles
con olores rancios a pellejos
pasa un \" serón \" de melones
la sierra quieta me mira
con ojos grandes de mochuelo
inalcanzables metales suenan
en la casa del herrero
ay, calle \"De los Granados \"
cuantas veces de niño, al pasar
en las piedras he tropezado...
Y aquellas largas permanencias
son hoy, eternas vivencias
la memoria es rutina
hay que encender candiles
para saber por donde camina
camina el agua hacia el molino
para columpiarse en la rueda
y hacer añicos el trigo, en la piedra
el molino rodeado de zarzas y espinos
cantan al compás, los grillos y el agua
los helechos duermen, la tarde descansa
un sombrero de paja
baja el sol del estío, abrasa
pasan las ovejas, los cencerros cantan
los pastores con boina y un pañuelo de flores
con camisón negro, pantalón de pana
y un hermoso perro...
A lo lejos, se oyen campanas
de la iglesia del pueblo
huéle a romero, el cielo se empaña
con multitud de borregos de algosdón
yo me voy a mi colchón
un, hasta mañana si Dios quiere
borrón y cuenta nueva...