qvixote dormilon

La historia de un amor lejano.

Pensé que no volvería a caer de nuevo contigo.
Pero era inevitable hacerlo, aunque me escondiera al fin del mundo,
Porque merecía caer mil veces,
Ante ti,
Sobre ti.

Y merecía recibir la herida de la caída
Para darme cuenta
Que toda la felicidad que inunda a este universo,
Lleva tu nombre,
Ese nombre que vuelve a posarse en mis labios
Con la misma intensidad de aquellos años.

Pensé que te habías olvidado de mí,
Y que yo también lo había hecho,
Pero el tiempo (de ese que tanto hablabas),
Jugo a tu favor dándote el valor que yo nunca tuve,
El de buscarte,
El de llamarte,
El de escribirte,
El de saber de ti,
Pero tú.
Lo hiciste,
Sabiendo los riesgos que tomabas,
Sabiendo que quizás tu error se mantendría,
Sabiendo que la herida podía abrirse.

Y ahora aquí me tienes de nuevo
Sorteando obstáculos
Recuerdos,
Palabras mal dichas,
Horas pasadas y presentes,
Para volver a retomar lo que nunca tuve que dejar.

Porque si me preguntan por ti
Les digo.

Que vuelvo a ti,
A chocar mis palabras con las tuyas
A chocar mi corazón al tuyo
A chocar mis labios a los tuyos
A estallar mi felicidad a la tuya.

Eso digo.
Porque tú eres la calle que me conduce a la felicidad.