¡Dime! ¿En que piensas cuando entra el atardecer y se acerca la noche? ¿Acaso en lo que has hecho durante el día? Eres de los que haces una revisión de las cosas que quedaron pendientes, o piensas agradecido con una sonrisa en los labios, por los momentos alegres que has tenido; o es tu entrecejo quien se expresa cuando piensas en los disgustos, tibiezas, o adversidades ocurridas y en cómo le vas a hacer para resolver las carencias de mañana, o te dices, con optimismo, ¡bien! ¡Mañana será otro día !Tal vez seas, de las pocas personas que se recrean en la pròdiga naturaleza, y apuran todo lo pendiente, para salir a dar un corto paseo, solo o en compañía, en cuyo caso, serías de aquellos afortunados que disponen de un tiempo para dedicarlo así mismo, sin stress, sin apuros, sin angustias, una hora de quieto y sereno placer.
¿O solo quieres terminar lo quehaceres lo antes posible para irte descansar? ¿Qué haces? te das un buen baño, y te sientas a ver la televisión, las noticias del acontecer mundial para enterarte de las tragedias, ves una telenovela dramàtica, para evadir los propios dramas, quizás, una película de terror, para sentir que tu mundo es mucho mejor y estas libre de miedos, puede que gustes de escuchar música clásica, tomarte un trago, saborear un té bien caliente, y retomar la lectura de algùn buen libro.
¡Ah! ¡Que interesante!, poder disfrutar del atardecer y el comienzo de la noche, en paz, en sintonía con nosotros mismos y haciendo aquello que más nos gusta. ¿Y yo? que pregunto tanto ¿Que me gusta hacer? les cuento:
Gusto salir a caminar un rato, aprovechar las piernas mientras pueda usarlas, salir de la cueva a meditar un poco, unida a la naturaleza, tomar aire fresco, si es posible frente al mar, o a un lago, disfrutar el atardecer es una experiencia casi religiosa, de plenitud, observar la acuarela de matices ocres y grises, ver como el sol se va ocultando, escondiendose en las aguas, dando paso a la noche, y ver cuando nos saludan las estrellas, bajo la mirada de la luna bella.
Entretanto, escuchar el canto de los pájaros, mirar su vuelo raudo, constante cada dìa, hacia el lugar de reposo, entre la arboleda, y sentir la suave caricia de la brisa sobre mi rostro y mis cabellos, mientras voy a paso lento sueño, veo los niños jugar en las plazas y parques, poder escuchar sus risas, y observar como los árboles se comunican entre si, con el jugueteo de sus ramas, y ver como caen vencidas algunas hojas, mientras otras vuelan con el viento, hasta tanto llega el otoño.
Querer saludar, sonreír, o hablar con algùn ser humano, ser amable, y aunque sea un desconocido, asì mañana ya no lo será tanto, y poder llegar a casa, tomar el teléfono, saludar a algún amigo, invitarlo a compartir un dulce, un café, una anécdota, en fin, pero… vivimos tan ocupados,
Que descuidamos a quienes nos rodean, y olvidamos tantas cosas buenas e interesantes que podemos hacer, y que por estupideces o caprichos las dejamos de un lado, para ese otro día, que jamàs llega, decimos ¡Mañana! Y tal vez, sea ese día el ùltimo dìa de nuestra vida.
Es casi como decir, que dejamos de vivir, de ser felices en el mundo real que nos circunda y sin embargo, muchos preferimos la compañía del mundo virtual, pasamos interminables horas sentados frente al ordenador , para vivir el mundo imaginario perfecto, donde desarrollamos el intelecto y somos entes virtuales, héroes de propias y grandes aventuras.
Saludamos amigos que nunca hemos visto, pero que igualmente amamos, les mandamos emoticones, canciones, versos, flores, chocolates, todo un universo de sensaciones virtuales, celebramos cumpleaños, nacimientos, bodas, bautizos y damos regalos al instante, porque, lo que vale es el gesto, eso es lo importante, ser cordiales, amables y hasta llegamos a vivir sus vidas a través de las fotos diarias, que cuelgan en las redes, porque lo curioso es que aquel que ``algo vive`` tiene la morbosa necesidad de colocar de inmediato sus fotografìas, para decir a los otros, ¡Soy afortunado! tengo un amor, un auto nuevo, una familia, disfruto en un restaurante, etc. etc, en síntesis -
¡Yo estoy vivo! ¿Y tú qué?
Del lado acà de la pantalla, no somos capaces ni de saludar al vecino, por temor a que nos robe la privacidad, o nuestro valioso tiempo y el tiempo es oro, ni damos las horas cuando entramos al ascensor, ¿Saben por qué? Porque tenemos miedo a ser molestados, no nos interesa, no nos conviene tener amigos reales, ¡total! la mayoría de los amigos de infancia y de juventud yacen bajo la sombra del mármol.
Así, nos evitaremos problemas, el que nos pidan dinero prestado, nos cuenten sus problemas y/o nos pidan favores recurrentes, el cuidar la mascota, o trasladarlos en el viejo auto y el gasoil esta muy caro, y la verdad sea, todo cuesta dinero, ¿Entonces? preferimos no ser perturbados, al no saludar a nadie, ningún mortal osara robarnos nuestra paz, tranquilidad y asì, nos convertimos poco a poco, en huraños y egoístas, en contraposiciòn a nuestro personaje, ``El internauta`` el más cordial y simpático de la red.
Transcurren las horas, los días, los meses, los años, tal vez solo nos escuche lamentarnos nuestra familia cercana, reducida a la casera, al gato, al perro, o aquel pobre pájaro enjaulado, preso y condenado sin haber cometido ningùn delito, y que trina con fuerza cada dìa para no morir de sed y que le den su comida.
Por eso, ¡Piensa!, reflexiona en esto, ¡Solo se vive una vez! ¡Solo se muere una vez!, el viaje por la vida es corto y fugaz, cierras los ojos y en un instante serás un anciano en la soledad, arropado por los miedos cuando caen las sombras de la noche, y se apoderan dentro de ti como marcianos, hasta se adueñan de tus sueños, los temores en las tristes madrugadas, que matan las ilusiones, porque estamos aferrados a la vida, ¡Nadie se quiere morir! y nadie se explica porque vivimos la mitad de la vida preparándonos para vivir y cuando al fin estamos listos para vivir miles de años, que hemos aprendido el secreto de la vida, tenemos que prepararnos para la ineludible partida, ¡Buena jugarreta que nos hacen los Dioses!
Estemos o no preparados, todos tenemos que desaparecer, volar sin alas, ¡Morir! Por eso, Amigo, te digo: No desperdicies en balde, ni un minuto de tu tiempo, en innecesarios disgustos, banalidades, y menos aùn siendo un avaro acumulando tesoros, y no te das ni el gusto de tomarte un buen vino o comerte un rico helado de fresas.
No te detengas, no vayas en la vida lleno de lujos y repartiendo vanidades, sè honesto, sencillo y de corazòn puro. Ama y sirve a tu hermano, haz algo por alguien aun cuando cojees de los pies,y te tiemblen las manos, Ayuda a otros, no sabes cuando podràs llegar a necesitarlos. Yo tambièn, tarde aprendì, que hay más satisfacción en dar que en recibir y que el mayor de los tesoros que tenemos en las manos, es esta oportunidad que se nos ha dado de vivir, donde es afortunado aquel hombre que conociò el amor, pudo amar y logro ser correspondido y bien amado, y se lo dice una amiga que les saluda con universal amor
La Raquelinamor
Junio 06/2017