De vez en cuando,
el espejo cóncavo del sueño
se esfuma como una lágrima
y me aletarga como una encina...
Algunas veces - no demasiadas -
el alma, exhausta, se alza con furia
contra los olores de lo podrido
del mundo, y el hombre triunfa en mí.
De vez en vez, con intervalos
interminables de tiempo eterno,
afloran sentimientos de un recuerdo
transformado, apareciendo, sin pretensiones,
orondos niños recién nacidos...
bebés graciosos.
De vez en cuando,
sin esperarlo, nace una ninfa
rosácea y blanca, bonita y triste,
niña elegida entre los silencios,
mensaje sinuoso entre los luceros...
En la presencia del sol naciente,
de vez en cuando, instintivamente,
fruto de estrellas pulcras y arcanas
como la tarde, nacen los versos,
blandos colchones de cuna suave
que se esfumó... recuerdos de la niñez.