EDGARDO
Carta a mi hijo
Amado hijo
Edgar Alejandro.
Con mucho amor y satisfacción hago un alto a mis obligaciones laborales para escribirte esta carta con todo el corazón, en ella quiero escribir lo que el corazón me dicte, es verdad hijo mío, es importante que el corazón hable, porque solo cuando lo hace las palabras son sinceras… viene a mi mente los recuerdos más bonitos de mi existencia, el deseo inmenso de ser padre apasiona a mi ser y antes de tu existencia me imagino como serás, siempre quise un que mi primer hijo sea varón y Dios me regaló esa dicha, siempre recuerdo con gran emoción la noticia de que iba a ser padre y con amor te hablaba y acariciaba a través del vientre de tu mamá, siempre representantes mi mayor orgullo y debo decirte que nunca me sentí defraudado, aunque a veces mis palabras indicaran lo contrario o a veces mis actitudes, te aseguro que las pocas veces que he tenido que reprenderte se me ha roto el corazón en mil pedazos y llorando me he sentido infeliz, y no por tu proceder sino por el mío, sé que eso templará tu ser y te hará persona de bien, perdón por mi forma de reprenderte, es mi impotencia de no haberte guiado bien talvez, pero lo único que he querido es que nunca te des por vencido y que no se posesione la mediocridad de tu mente y de tu alma, quiero lo mejor para ti, tu ñañita y tu mamá, y nunca dejaré de luchar por ello, como también nunca dejaré de estar pendiente de ustedes… recuerdo como con cariño te llamaban “Coquito” las personas que te conocía, cómo poco a poco fuiste creciendo como un niño tranquilo y bueno, siempre les decía a ti y a Camila que les amaba mucho,, quiero que sepas que ustedes son el motor que mueve mi vida, que aunque a veces me siente desfallecer por el agobiado trabajo y a veces por los problemas de salud, ustedes se convierten en la medicina que cura y que reaniman, diariamente le pido a Dios que me de fuerzas para poder ofrecerles lo mejor, que me permita verlos convertidos en buenas personas haciendo lo que les gusta, y siendo felices con lo que hagan, el tiempo ha pasado rápidamente quizá no les he disfrutado como yo deseo, pero eso es algo que no depende solo de mí, quisiera que sepas que muchas veces me he sentido solo, he estado enfermo, con problemas y no he tenido el apoyo de ustedes, talvez esta misma experiencias has vivido tu también, por eso quiero que sepas que a pesar de todos los problemas que pueda tener en mi vida, tú y tu ñañita siempre serán mis hijos, lo que más amo, y que no importa que a veces tengan equivocaciones, recuerda que lo importante en la vida es saber levantarse, que las caídas nos dejan lecciones de vida, que mientras la caída sea más dura la levantada debe ser más fuerte, al igual que una pelota, cuando es golpeada al piso, ésta se levanta en medida de la fuerza con la que fue golpeada, pero sobre todo quiero que sepas, que solo debes llamarme para estar allí contigo con tu hermana, para lo que me necesitas, cuanto daría para que ustedes me llamen y me digan que quieren salir conmigo, el tiempo pasa y nada es eterno, recuerda que el tiempo para aprovechar de las personas que amamos es ahora, ya que el mañana no existe, en vida hijo, en vida, se deben hacer las cosas, y no me refiero a lo que debes hacer conmigo únicamente, sino con todos los seres a los que tú quieres, o amas, hazles sentir lo importante que son para ti, camina por tu vida haciendo el bien, ten grandes sueños, piensa que tienes mucho que dar a los demás, recuerda no hay personas pobres, son pobres los que anhelan tener y tener y no tienen nada que compartir, mañana conocerás a alguien, formarás una familia, y llegará el día en que te digan papá, y sabrás la emoción que se siente, brinda mucho amor a todos con quienes te relacionas, deja que Dios guie tu vida, nunca tomes decisiones importantes ni cunado estés muy alegre o cuando te encuentres enfadado, toma decisiones cuando estés tranquilo y relajado, no dejes que nadie decida por ti, sólo tú eres el dueño de tu existencia, el arquitecto de tu destino, nadie más que tú es el responsable de tu vida, no cargues con pecados ajenos, no lleves en tus hombros los errores de otros ni siquiera el mío o de tu mami, pues la vida se encarga de saldar cuentas, lucha con todas tus fuerzas para ser feliz y por dar felicidad a los demás cuando te sientas solo y sin fuerza piensa en mí en todo lo que sufrí para ser alguien en la vida y que desde el lugar en que me encuentre siempre tendrás mi apoyo pero sobre todas las cosas quiero que sepas que te adoro y por sobre las tristezas, penas, caídas y triunfos lo importante es que eres mi hijo y te quiero por lo que eres, claro que me gustaría que sigas siendo ese buen muchacho de quien me siento muy orgulloso, respeta mucho a tu mamita, compréndela al igual que a tu ñañita y a tu abuelita, recuerda que a las mujeres hay que darles lo mejor de uno, nuestro amor, comprensión y tolerancia. Cuando puedas hacer esto y otras cosas mejores, sólo allí serás de verdad un hombre, una persona, un ser humano, entonces, sí que serás hombre hijo mío. Dios te bendiga siempre y la Santísima Virgen te cubra con su manto de amor hijo mío.
Con adoración, amor y profundo respeto
Tu papi
Edgar Rigoberto Curay Banegas