Hay un gorgoteo incesante por las calles
que parece anunciar un exilio;
a parajes con geometrías sagradas.
Es una campana que con su repique
ejecuta un himno a la ascensión
los caudales del vital líquido escurren...
al ritmo de teoremas;
que se desprenden por la comunión de almas y cuerpos.
¡Que vivan las sonatas que demuestran la existencia de un cielo!.