Entre geranios de primavera descalza el viento la noche,
nada queda más allá de tu mirada,
sólo tus versos en el tic tac de un viejo reloj.
Duele tu calma llena de sombras,
triste atardecer, donde vuelan palomas
sobre un cielo que grita tu nombre,
nubes de encaje abrazan tu voz.
El universo se viste de amor
y una lluvia de estrellas anida en ti,
en tus versos, en tus sueños que gimen libertad,
en un encierro sin sentido,
donde tu perfume va quedando en el olvido.
Moredas de seda se tiñen de color esperanza,
veredas sin final duermen en cada rincón
Tu imagen queda emborronada
en las horas muertas y vacías,
calles de cristal añoran tus pasos,
las esquinas buscan tu esencia
en medio de tanta soledad.
Una tierra llena de vida
que vas dejando atrás, tierra que lloras
por no poderla de nuevo pisar,
porque la injusticia tapió tu voluntad.