¿Por qué entre tantos problemas
He de vivir diariamente?
¿Seré, acaso, un inconsciente,
Siempre envuelto en mil dilemas?
¿Son represiones ajenas,
Alucines de mi mente,
O ese ímpetu tan ardiente
Que me corre por las venas?
Por lo que sea, lo ignoro,
Pero no puedo dormir;
Sobre mi almohada lloro
Me fastidio de existir;
¿Será porque aún te adoro
Y ya no quiero vivir?…