Tu boca de anagrama amarra la voz al exilio
Oscura ventosa atrapa los fantasmas del interior
Aplacando el sonido a la intemperie del verbo
Donde se amarra el tacto al pusilánime suspiro...,
Caen charcos alados entre papeles doblados
Desde el horizonte de abre el sol
Capturando los rastrojos del alba
amaneciendo la contemporánea sonrisa
en la siamés manifestación de las lágrimas
[Pujante sentimiento dando a luz
[corazón en llamas]
No es tú silueta bailando con los fantasmas entre palabras o imágenes,
No es la fotografía moviéndose en la galería del movimiento
ni las razones de un libro abierto consumiendo sus palabras apagadas
entre la tinta de la muerte a un luto de metáforas escondiendo
su delirio por encontrar los versos que han perecido dando significado
a la melancolía de aquel letargo del tiempo que se ha quedado amarrado
al vértice carnoso modulando la síntesis entre el líquido y el sonido
que viaja sonoramente mentalmente sentimentalmente anagrama-mente
en las fauces sanguíneas
de un corazón reprimiéndose la arritmia
rebobinando un guión enfermo
a través de los cristales
que se mecen quebrados en la noche
para volverse nostalgia, felicidad
...y una explosión de palabras
una explosión de texturas [Sin testigos, invisible soledad ...[
[caen segundos de ti y de mi, distantes caen
cae el tiempo, cae la distancia, cae puntos suspensivos
cae la noche, cae la voz y el verbo,
cae la sintonía en el horizonte, caen refugios sin ti,
me refugio en un búnker óseo
esperando que abras las entrañas,
cae el refugio sanguíneo esperando por ti,
caen mitades uniéndose en tus labios,
cae el recuerdo y una melancolía jamás dibujada
... Los recuerdos pálidos no saben de ti,
siendo el refugio un pretexto para re-conocerte
para saber que existes,
para sanar que existes,
para que existas en mi corazón enfermo
para que sanes mi existencia enferma
para que viajes sin mi, encontrándome por primera vez
en ese viaje donde yo ya he partido
buscándote la sombra que está pegada en mis ojeras
donde se alimenta el amor que he estado apretando en la muerte de porcelana...