Los álamos
se alineaban breves,
tras un ejército
de botellas de moscatel...
herido y triste,
la doncella
limpiaba
la acera
desnutrida
de agasajo...
entre palmeras
desgastadas
de sutil
indiferencia,
mientras la miel
de su decalzado
orgullo...
pareciera anunciar
mil primaveras
desprevenidas
de un calcinado
y desnudado
invierno,
en el jardín...
apenas
desestructurado
de su dicha.