Seré siempre yo aquel que con amor constante
te evoque a cada instante cuando a tu lado falte.
Tu piel que me acaricia, tu aroma y tu sonrisa
ternura que arrebata, de angelical dicción
... embriagan mi razón.
Y al pasar el tiempo que detenga el momento
silenciando mi historia y el alma vuele al viento
te amaré más que ahora, te entregaré mis horas
henchidas de cariño y sepas que hubo un hombre
que vivió por que rías, que expiró por que vivas
que aun rompiendo en alas un corazón en llamas
acudirá a tu lado cuando las nubes duerman
... si le llamas.
© Eloy Mondragón