Tu tiempo sobrevive al mio
y tu voz no me llama como lo hizo ayer.
La sonrisa en los labios que hoy se me dibuja
ya no tiene brillo, con tu partida perdió su color...
Mis manos tiemblan y no sienten caricias,
no sienten el frío y tampoco el calor.
Mis labios añoran el sabor de los tuyos,
siento que fue hace tanto que los probé por última vez.
Quisiera verte de nuevo y perderme en tu abrazo,
perderme en tus ojos, perderme en tu ser...
Amarte...simplemente amarte y sentir que me amas...
pero te has ido... y ya no puede ser...
Sabes que soy tuya... ¡¡y no me tomas!!
Yo sé: no eres mío, por eso te vas...
por eso te alejas más cada día
sin voltear siquiera de reojo a mi vida
que con tu partida se acaba sin mas...
¿Llanto? no, ya no hay lágrimas que derramar quisiera.
Mis ojos ya están secos de tanto llorar.
Solo queda el dolor de no tenerte conmigo,
de ya ni siquiera llamarte "Amigo"
pues ni eso me dejaste al partir...
He intentado en vano dejarte ir para siempre
porque mi corazón se niega y quiere retenerte,
hacerte mio y solamente mio
pero luego se detiene y vuelve a pensar
que si no estás conmigo no te puedo obligar...
Y por amor, tengo que dejarte libre,
puesto que eres tú quien decidió irse...
Pues... ¡sé libre amor mío!
aunque ahora ande yo en pena noche y día
con el amor que no quisiste...