A la par del paso me acompañas
sigilosa entre las horas del día,
entre las silenciosas hazañas
en que se plasma tu oscura osadía.
No distingues al rico y al pobre
en que ambos rivalizan su clase.
Estás con quien tiene y aún le sobre
como con quien de mucho padece.
Satirizas las grandes mansiones
minimizando su esplendor todo!
Oscuros se vuelven sus colores
en que los envuelves a tu modo.
Eres rey con los reyes del mundo
y en su gloria es toda tu grandeza.
Tú eres el espejo en que rotundo
nos miramos de pies a cabeza.
Es tan falto tu imperio de la luz
donde todo se halla tan abstracto,
y todo es debajo del cielo azul
como si fuera su fiel retrato.
Y en las noches aún bajo la luna
engalanado traje que asombra,
es tu compañía como ninguna,
en sólo un rayo de luz tu sombra.