Mis males los arreglo, con olvido,
Me vuelvo compañero, de la luna,
No se acerca a mi lado ya ninguna,
Tu amor lo miro lejos, ya perdido.
Cuando yo te miraba, sorprendido,
Cuando tú me invitabas, que fortuna,
Cuando besé tus labios, color tuna,
Montando mi caballo decidido.
Con tantos besos, pude convencerte,
Ya para mí la vida, sonreía,
Ya de momento floreció mi suerte.
Que ya todo lo nuestro moriría,
Me dijiste la tarde, que fui a verte,
Que tú ya te casabas en un día.