Entre tu mirada y la mía
hay una ruta cubierta de versos,
donde laten nuestros corazones
en misma armonía y sincronía.
Nuestros labios toman el camino más corto,
para fundir nuestros cuerpos en un apasionado beso.
Tus manos inquietas me marcan el camino,
las mías ansiosas te trazan la ruta.
Toda la pasión a ambos nos conduce
por el trayecto hacía un mismo destino.
Tu cuerpo y el mío…
Sucumbiendo sobre el placentero desafío.