El resplandor de tus ojos se apago para que el manto del descanso eterno cubriera tus cabellos aun negros
, negros como esta noche en que me despido de ti, sin saber si quiera que decir.
Te miro, recostado en silencio y las palabras apretadas en mi garganta, haciendo un ruido interno,
me conducen al llanto que no brota, que aun no cree que mañana no sale el sol para ti.
Esta noche la guitarra calló, extrañara tus manos y la peculiaridad de la voz afinada por la pasión
en que se llenaban los versos de aquellas canciones que hoy no harán falta.
Aquel hombre soñador y sabio, aquel ser humano que perdido en su juventud,
no se dio cuenta que tiempo paso por el, hoy se despide del mundo egoísta y cruel en que cultivo sus flores.
El resplandor de tus ojos se apago, y te miro recostado, dejando ver la fragilidad del hombre ante la vida y el paso de tiempo
, porque ya no eras joven, pero tampoco tan viejo, y se me llena el corazón de tristeza verte así,
aunque tambien estoy tranquilo porque hoy tu alma en paz llega a la puerta del señor.
Me despido de ti sin decir nada mas que un te quiero, asegurando mis recuerdos contigo junto al corazon.