(soneto hexadecasílabo)
Sin techumbre ni paredes, el vastísimo universo
por alcoba sin fronteras, ensayando las posturas
deleitables y variadas del preciado Kama Sutra
cual pareja primigenia, dios y diosa de lo eterno.
De la unión arrobadora la Galaxia es blando lecho,
hacen eco los susurros en la cósmica penumbra
cual sutiles nebulosas de atenuada luz difusa,
las plasmáticas estrellas nos titilan en los sexos.
Doble púlsar oscilante..., ¡formidables energías
estremecen el espacio: multitud de raudas ondas
por los cuerpos diseminan el orgásmico tremor!
Y expandimos a los mundos la descarga de ese clímax:
en el par de genitales brillan sendas supernovas
como réplicas de aquella prima y súbita explosión.
FZ