Tu dulce figura,
aparece con firmeza,
y en mi horizonte,
posa ya el poema.
Tu dulce encanto,
contagia de primaveras,
y en mí caudal de años,
la cuenta se regresa.
Tu dulce aroma,
perfuma de paraísos,
emergen ya las glorias
y cesan los precipicios.
Tu dulce rostro,
manifiesta a lo divino,
y los viajes son
posibles...en el infinito.
Tu dulce alma,
evoca a la eternidad,
y todo lo que toca
lo hace inmortal.