Tan profundo ha sido
ese sentimiento pasado
que en el alma se ha clavado
como se clava el yerro
en el abismo del pecado.
Existen amores inconfesables
que distantes se estremecen
y su olvido no merecen
aún, sentidos culpables.
La razón de una pasión
de dos corazones en llamas
suelen convertirse en dramas
repudiando la abstención,
pues, será paciente
el alma y el corazón
en la entraña de la razón
de haberse amado tanto
que latirá con ilusión
en los tórridos umbrales
de la transgresión.
Jorge Aimar Francese Hardaick
Escritor de sentimientos - Argentina