Es todo lo que querás.
El mundo es lo que yo quiera;
la banqueta dibujada,
tus mil sonrisas recitadas,
un abrazo de fiera.
Asesino de segundos.
El tiempo es un murmullo;
corredor de pies descalzos,
por cielos desgastados,
coleccionista de tumultos
Mi día es infinito;
Monocromático bendito,
el horizonte programado,
el señor de los helados
y un reloj maldito.
Amor es alabanza.
La miel que nunca cansa,
es símil de siluetas,
laberintos de caderas,
de mi reina de bonanza.
Figurando lo abstracto.
Ese extranjero canto
del bohemio de la plaza,
el ciclón que arrasa;
autor del cambio.
Libro en blanco y abierto.
La fruta del desierto
se pinta con sonrisas,
ahí está si te fijás,
el mundo es, lo que yo quiero.