Celebremos la vida,
bajo este árbol frondoso que es el tiempo
desde el momento en que somos semilla
hasta ser polvo que marcha con el viento.
Celebremos la vida,
dadivosa, soplo de aliento, luz en la mirada
regalo invaluable, breve sueño
que en un exacto ciclo está enmarcada.
Nuestra vida minúscula cadena
que un gesto se amor se precipita
partícula febril que se agiganta,
esencia de existir que se eterniza.
Pequeños gigantes que en siglos de los siglos
recorrerán distancias, retoñaran en verde primavera
claro de luna, aguas renovadas
en mil y una nuevas apariencias.
La vida incansable constructora,
cambiante a cada vuelta, perfeccionando estilos
paisaje en mutación constante, irrepetible
desafío a la fe y la conciencia.
Celebremos la vida que hoy tenemos,
que es manojo de flores perfumadas, días soleados,
amor entre dos cuerpos, misterios que la mar lleva guardadas
paz y tormenta que mueve el universo.
Somos energía, materia en movimiento,
somos la eternidad con que se sueña, la gota de rocío, frío invierno,
color del arcoíris, polvo de estrellas.
Celebremos la vida
que latente guarda todos los secretos,
para volver a ser frutos perfectos,
y en asombrosa realidad volver a reencontrarnos
bajo el maravilloso árbol de los tiempos.