En tu primera palabra, veo la pluma que la lleva,
dentro en la tinta prendida, queda tu mirada impresa.
Tus huellas en cada letra, conducen hacia el engaño,
pero conozco tus pasos y la fibra de tus paños.
Te escondes en la maleza, cargando con el veneno,
y tus minas camufladas, explotan al aguacero.
El redil que te han marcado sigues a ojos cerrados,
sembrando a tu paso el miedo, libertades coartando.
Mientras el terror nos ciegue, haciendo fuerte su imagen,
avanza el dolor su andar, acortando libertades.
Homenaje a Ignacio Echeverria,
español muerto en los últimos atentados yihadistas
Dolores Egea (Lolaila)