Yo no sé si me creas, o bien si te lo dije antes
O simplemente antes no vi lo que estoy sintiendo
Pero sé que quererte a ti es una bendición.
Es abrir los ojos y ver que sigue amaneciendo.
Y es mirar al futuro con esperanza e ilusión.
Es reír sin un motivo por algo que nace muy dentro.
Es querer vivir eternamente, sólo por estar contigo
Es bendecir tu llegada como un acto de suerte
Es convertir el frío de tu mirada en dulce abrigo
Y hacer de tu sonrisa un complot contra la muerte
Es dejar que los suspiros escapen atropellados
Desbocados sin remedio, al anhelo de mirarte.
Ir inventando el tiempo entre tus horas amadas
Arrimar mi alma a la tuya con paciencia y arte
Y sostener la vida, entre las manos enlazadas
Es desdeñar estrellas si las tengo en tu mirada
Y evitar el sueño para verte sin descanso
Es amar la dulce vida, que me llevó a tu senda.
Volver a soñar inmerso en anhelado remanso
Que nos hacen, a mí, tu esclavo. A tí, mi prenda
Quererte a ti es más que un compromiso,
Porque el amor es libre de miedos y cadenas.
Es el amor en el centro de tu encendida mirada
Es en la existencia diaria, la dulce condena…
Del respiro diario… digamos que es todo… ¡o nada!