El mundo, sus dolores
aplacan la vida
de los seres humanos.
Cenizas, rubíes y perlas,
presentes
frente a las cuencas vacías
de la moralidad irracional.
El viento corre,
la transparencia escurre
sobre los colores de la tes;
haciendo caer multicolores
sobre una inmensa franja alfastosa.
El brillo toca su mirada,
su mano se aferra
con el color negro
que la invita a :
bailar un tango,
llorar sin restricción.
Antes de irse
del mundo,
sus dolores
y tan odiados colores,
que agobiaron
el trazar de sus mirar.