El oro blanco de la luz de luna
y el oro rojo que brota en la batalla,
El oro negro que surge de las piedras y la arena
y el oro incesante del verso y las palabras.
El oro celeste que llena el cielo
y el oro de fuego que allí gobierna,
El oro que de noche teje tus sueños
y el oro verde que cubre las sierras.
El oro metal que mueve la historia
y el oro de los tigres y las mil sombras,
el oro de ese número patrón de belleza
y el oro fantasma del mármol y la memoria.
El oro que en treinta piezas cotiza a Dios
y el oro que cubre las calles de su Reino,
el oro de otoño arrastrado por el viento
y el oro de ese Río, que es instante y momento.