angelillo201

Las estanterĂ­as del hambre

Presentación  de un nuevo supermercado que se inaugura junto el último barrio que queda de la ciudad educadora de Vall d´uixó sin gran superficie comercial.  El supermercado está solo en un solar por urbanizar. Farolas, hierbas, aceras fantasmas, papeleras rotas…

De ese quiebro urbanístico de campos antes fértiles, ahora baldíos, penden letreros de las promotoras y los bancos que ofrecen el suelo para grandes oportunidades emprendedoras. La senda de quistell  asoma como cualquier día, pero ahora, recientemente inaugurada con letreros explicativos de sus maravillas, las de toda la vida, pero que una vez leídas en la oferta de ocio sano del letrero educativo, parecen más maravillosas. Sobre el supermecado , planea el barrio desfavorecido subproletario de texas. Las fincas de los gitanos, casi tocan el techo del nuevo supermercado.

Personajes de  la bienvenida del supermercado.

Gerentes de gala con traje y corbata.

amigos  palmeros que sacan fotos de los gerentes de gala.

trabajadores de uniforme infantil que entran y salen.

Una mora y su chiquillo nervioso que agita los bracitos del carrito.

Un moreno con tatuajes, malcarado, en tirantes, pasea a  su novia barby que empuja el carrito de la compra.

Grupo de ancianos valencianos parlantes, andan como merengues al sol de junio.

Varias chicas con moñas en el pelo, contoneos, risitas, muy juntitas caminan.

Niños gitanos que quieren tocarlo todo.

Un turista perdido.

un gorrión entra aleteando herido de una perdigonada de una azotea de texas. cae en barrena en una papelera.

a la presentación del supermercado se suma un poema a cien metros de distancia del barrio de texas y del supermercado. Se trata de un agricultor ecológico contemplando las tierras perdidas .hace el agricultor entre los algarrobos de contrapunto mientras no paran de llegar nuevos invitados al supermercado. El agricultor recita su poema pidiendo perdón a quien le escuche  por su escasa cultura y formación.

Oda al nuevo aldi.

Yo soy un agricultor pobre y dramático, ya que vivo en la ciudad educadora, por eso me expreso pese a ser agricultor y pobre, como un poeta dando Fe de lo que veo de la tierra y el hombre.

veréis primeramente que estos campos están abandonados, y que la gente que vive por aquí es pobre, pero no pasa hambre. Excepto los que cultivan los campos y quieren seguir haciéndolo, perdiendo año tras año dinero. Por este gesto altruista y conservador, reciben alabanzas de premios nobel de literatura, de grandes pensadores, de acomodados ecologistas, de la izquierda liberal progresista. Hasta de alcaldes y banqueros. Habréis oído también a la gente común. La gente preocupada de las cosas de su interés. Les habréis oido decir:

que la fruta no sabe a fruta,

que la verdura no sabe a verdura.

Sin embargo,así os digo hermanos, que queda mucho camino por recorrer para que esta gente reconozca algo tan simple, como que el trabajo en el campo se debe pagar, y el trabajo del campesino de debe apoyar, para que los supermercados no sean los dueños del trabajo y los precios. El huerto que acaba volcado en un supermercado, es trabajo perdido. Un supermercado vive de robar el trabajo, y el que compra en un supermercado , compra a un ladrón.

Os preguntaréis si un supermercado se porta bien con los que pasan hambre y con los que cultivan la tierra. Mucho me temo, que las estanterías están llenas de gente detenida por coger sin pagar un bote de champiñones. En los contenedores de basura hay jueces y policías financiados por los supermercados.

alcaldes, empresarios, verdugos, también están en este negocio al peso, y la oferta del día es el campesino congelado.

ahora os preguntaréis , si los propios trabajadores del supermercados  viven bien.

Poco salario, pocos derechos, trato servil al cliente y al jefe, precariedad laboral.

Toda una inmunda rueda alrededor de la comida que no para de girar hacia abajo.

Angelillo de Uixó.