Por Alberto JIMÉNEZ URE
Luego de cuarenta años
Recibo llamada de Liney:
Una entre mis hermosas y talentosas amigas
De aquellos tiempos de presurosa juventud
Cuando la pubertad no impidió subiésemos
Al «vehículo extraterrestre» que nos condujo
Experimentar el amor, pasión por la libertad,
Catarsis y celebraciones de la vida sin culpas.
Nos escuchamos de nuevo
Porque ambos proseguimos,
Empero con mayor sapiencia,
El ininterrumpido viaje hacia donde
Nuestros goces se sucederán sin lastres:
Cierto, exentos de nuestros efímeros cuerpos
Hoy todavía en rotación y traslación terrestres.
Anticipamos viajar en una nave,
De cuyo origen interestelar nadie duda:
El éxtasis nos proyecta la aséptica inmensidad
Libre de la fétida y fortuita invención de tribulaciones.