Amada, yo no he podido olvidarte;
la noche se ha rebelado austera
en su tiniebla. ¡Crepúsculo espera,
aún me queda dolor pa\' llorarte!
Amor, ya todo quedó con sus viles
reveses, mi corazón ha caído
en un latido de ayer. «¡No he vivido
jamás!», exclama talón de un Aquiles
que sangra y sangra: desnudo, arrogante
y tenue. Llora mi opaco glacial
de vida; al fondo del nardo un mal
de luna se unge del propio menguante.
Y si la vida no fuera...el amor
sería cual primavera en su flor.
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DavidJohn Morales Arriola