Continuación al tema de ayer
LA LLEGADA A NUEVA YORK: WHITMAN Y PESSOA
... Pero lo que ve cuando llega a la ciudad de los rascacielos le
devuelve el ánimo y...
... el interés por lo que le rodea. Muy gratamente sorprendido
por la sencillez matemática de las calles neoyorquinas y por la
calidez del trato que le dispensan sus amigos americanos, ex-
plica a sus padres: \"... La gente es ingenua y encantadora. Me
siento bien aquí. Mejor que en París, al que noto un poco podri-
do y viejo. Los inmensos rascacielos se visten de arriba abajo
de anuncios luminosos de colores que cambian y se transforman
con un ritmo insospechado y estupendo. Chorros de luces azules,
verdes, amarillas, rojas, cambian y saltan hasta el cielo. Más altos
que la luna se apagan y se encienden los nombres de bancos, ho-
teles, automóviles y casas de películas, la multitud abigarrada de
jerseys de colores y pañuelos atrevidos sube y baja en cinco o
seis ríos distintos, las bocinas de los autos se confunden con los
gritos y músicas de las radios y los aeroplanos encendidos pasan
anunciando sombreros, trajes, dentífricos, cambiando sus letras
y tocando grandes trompetas y campanas. Es un espectáculo so-
berbio, emocionante, de la ciudad más atrevida y más moderna
del mundo.\"
No es extraño el entusiasmo de Federico ante lo que ve. Es
una persona de mirada penetrante tanto para la dicha como
para la desdicha y puede percibir las enormes distancias que
separan la sociedad constitucional norteamericana y la espa-
ñola, dirigida desde arriba por políticos autoritarios. El cambio
de imagen es, pues, de entrada, abrumador. Luego vendrá la
mirada detenida sobre sus gentes y, sobre todo, sobre sus
minorías oprimidas.
Antes de llegar a Nueva York, García Lorca se había instruido
sobre la misma con la lectura de los poemas de Juan Ramón
Jiménez, contenidos en el Diario de un poeta recién casado;
sumergido en el poema de Rubén Darío sobre Alt Whitman; ha-
bía leído también la novela de John Dos Passos titulada Manhattan
Transfer. Y en todas ellas había apreciado...
.
Continuará