Y así pasaron los días, pensando en el brillo blanco de la sonrisa que la enamoró,
pero, ¿Dónde estaba?, ¿Será acaso que partió, hacia algún lugar donde yacen cautivos
los Romeos, los románticos, los que hacen de una mujer la poesía o paisaje más bello?
Cada noche en sus sueños lo buscaba, su corazón lloraba y aclamaba el nombre
de su chico de 17 años que consumió cada parte de su cordura, que la llevó hacia
el éxtasis de lo que ella llamaba amor, y si es verdad que no era perfecta,
él la hacía serlo, porque era todo lo que a ella le hacía falta.
Pasó un año buscándolo, mientras un desconocido la besaba, tocaba y desnudaba a su antojo.
¿Se habría acostumbrado a este tipo? o simplemente era un capricho.
El vacío creció y ella se sentía tan miserable, pues hace mucho no le desnudaban el corazón,
entonces dijo:
Te busqué tanto, que entre más te quería, más lejos estabas.
¿En qué te has convertido?, ya tu sonrisa no es la misma y tus ojos ya no brillan,
he sido infeliz por tanto tiempo, que ya no recuerdo la última vez que me sentí amada.
Es hora de partir, me iré a lo más profundo de mis recuerdos y ahí viviré eternamente
con tu yo pasado, pondré pause a los 17 que me volvieron loca, y seré feliz contigo,
AMOR DE MI VIDA.