Gilbert Mervilus

NUESTRAS ATREVIDAS OCURRENCIAS...

 

Anoche me gustó la cena;

tranquilo vuelvo a sonreír a la vida,

maravillado ante el fervor y los encantos de tu casa;

el día que tu quieras,

algo de Piazzolla te tocaré;

y nos sentaremos juntos, Adorada Vecina;

 

cocinero; jardinero;

limpiabotas;

qué más sé yo,

con el loco deseo secreto,

de trabajar únicamente para mi Vecina;

así, temprano por la mañana,

te miraré a los ojos;

y muy entrada la noche,

seré centinela de tus sueños;

estoy, Vecina Divina,

siempre a tus órdenes;

y juntos nos sentaremos, Adorada Vecina,

a escuchar nuestra emisora preferida: «Disco 106»;

 

Continuará...