Había un pilar redondo en el centro
donde se llevaba a beber mulas y borricos
enfrente, en una esquina, la barbería
un poco antigüa, pero tenia lo necesario
un sillón de barbero, seis sillas de eneas
dos antigüas mesitas a los lados, con la herramienta
y en la puerta colgados los canarios en sus jaulas
que servia para entretener a los niños, cuando lloraban
encima de las sillas un periódico de la época, el ABC
era lo que se llevaba,para entretener a los clientes
si había que esperar, aunque casi nadie sabia leer
pero eso sí, se miraban \" los santos \", y el tiempo pasaba
y alquíen desde la puerta si pasar, preguntaba
¿ Hay hoy muchos delante ? ¡ Unos pocos !
¡ bueno, me pasaré mañana ! si se pasaba
mi padre iba siempre a este barbero y me llevaba
de la mano, era \" parroquiano\" y frecuentaba
el sol se filtraba por debajo de la vieja cortina
y se sentaba en el suelo estropeado, de cemento
el barbero, con la cuchilla en la mano, rasuraba
la dura barba de algún viejo, llena de espuma la cara
y hablaba de mil cosas, como barbero...
el pilar redondo, grande en el centro
dando a cuatro bocas de calles, todas con piso de tierra
y barro en invierno, con \"cagarrutas\" de mulas
la barbería y el barbero, los recuerdo como si fuera ayer
el barbero con su vieja bata blanca, era joven
le llamaban en tono jovial \"el barberillo \", por su edad
aunque pasaba de los veinte,era chiquillo
pero era bueno en su trabajo, en aquellos tiempos
solo afeitar y un buen corte de pelo, que dure
que no hay mucho dinero...
Las barberías de barrio, perlas escondidas
en el baúl de antaño, y que no se olvidan
aunque pasen los años....Respiran