Campos
de Villacañas,
ignota sierra...
desnuda sierpe
herida lanza,
fronteras
de huido
cielo...
olivos albos,
y apenas
prietos...
de azul y grana,
preñadas viñas
de amapola
hueca...
lacustres vuelos
de regia
caza,
almas
deslazadas
en sus pudores
leales sanchos
apenas bravos...
en su bonanza,
quijotes
de rosa
y fuego...
en el arco
desacompasado
de su compaña,
trigales
y labrantíos
se desperezan...
y aún
se adornan
de encina y llama,
en la sudorosa
y desaconsejada
frente...
de aquellas gentes
que los trabaja.
P.D: Dedicado al pueblo
de mis mayores,
donde todo Sancho
guarda en su corazón...
un auténtico caballero.