Una limosna por el amor de Dios
no tengo un hijo, yo tengo dos
ya se que no es culpa de vos
solo te pido conmiseración;
yo un día seguí mi corazón,
ahora no tengo opción
¿Qué si estaba en un error?
me lo aclaró el terror
pero en su momento fue amor
¿Qué si me he llegado a arrepentir?
lo volvería a repetir
por lo que me ha hecho vivir
Me quede contemplando
mientras seguía andando
y en mis entrañas juzgando
a ese desperdicio de Dios
¡que no era solo un hijo! ¡que eran dos!
¿Qué hubieras hecho vos?
mas sentí tanta paz desde su tez
que no le di un peso, ¡que le di diez!
mientras me desnudaba de mi estupidez
¿Quién me ungió a mi en Juez y Jurado?
¿Acaso no arrastro mi propio pecado?
¡Esa mujer al mundo esperanza le ha dado!