Continuación al tema de ayer
EN NUEVA YORK YORK: WHITMAN Y PESSOA
... hallo en esta visita a Nueva York, y en el con-
tacto diario y en la relación con sus miles de perso-
nas, a escala oceánica, la mejor y más eficaz medi-
cina que ha recibido mi alma hasta el momento...\".
El poeta portugués Pessoa, admirador profundo del
poeta norteamericano, le había escrito un poema,
en el que le demostraba su incondicional adhesión:
Yo tan contiguo a la inercia, tan fácilmente colmado
de tedio, soy de los tuyos, bien lo sabes, y te com-
prendo y te amo, y aún sin conocerte, que nací ha-
cia el año que morías, sé que me amaste también,
que tú me conociste, y eso me alegra.
Sé que me conociste, que me contemplaste y me
explicaste, sé que eso es lo que soy, bien en Broo-
klyn Ferry diez años antes de que yo naciera, bien
Rúa do Ouro arriba pensando en todo cuanto no es
Rúa do Ouro, y tal como todo lo sentiste así lo sien-
to todo, y aquí estamos con las manos enlazadas,
con las manos enlazadas, Walt, con las manos enla-
zadas, danzando el universo en el alma...
García Lorca se añadiría más tarde al grupo de ad-
miradores y compondría un poema de adhesión al
grupo de los hombres que creían en la humanidad
y en su futuro, aunque bajo otras condiciones de las
que Federico jamás llegaría a disfrutar pero que pu-
do entrever en su visita a Nueva York. El poema de
Federico quiere advertir a Whitman de que la otra
cara de la moneda está siempre presente y es la
que prostituye y degrada, la que maltrata a mucha-
chas y muchachas, la que devora el futuro de espe-
ranza:
(Fragmento)
ODA A WALT WHITMAN
Por el East River y el Bronx,
los muchachos cantaban enseñando sus cinturas,
con la rueda, el aceite, el cuero y el martillo
Noventa mil mineros sacaban la plata de las rocas
y los niños dibujaban escaleras y perspectivas.
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Continuará