Aun puedo seguir admirando tu hermoso cuerpo antes de desaparecerlo, quisiera acariciarlo una vez más, aunque siga sintiendo el mismo frio y congelando el deseo de volver hacerte mía como tantas veces lo fuiste.
puedo ver como hasta el suelo repugna tu presencia, le das asco, te escupe la cara y sin embargo estas ahí, inerte, rígida sin poder siquiera hacer un gesto mas y seguir burlándote de mi. Tu rostro desfigurado se hunde lentamente en una gran mancha roja llena de mentiras y engaños, los mismos que mataron mis esperanzas de seguir amándote.
Una a una saboreo cada herida tuya, es un placer lamer tu sangre, quitarme con ella esta sed de odio y desesperación, lavar una tras otra cada humillación y cada rechazo tuyo.
Unas gotas de sudor recorren mi ser, siento frió, tu piel serán mis sabanas el día de hoy. Comencé hiriendo tu cuerpo, y lo he despedazado, ¡tu lo hiciste ayer! despedazando mi vida, lastimándome cada vez mas, ambos mutilados por el odio y el rencor. Viviré atado a tus recuerdos, señalado por cada uno de ellos porque te quité la vida que te yo te di, ahora tendré que acostumbrarme a un mundo donde no estarás, porque el tuyo será de sombras y oscuridad.
Hoy me encuentro aquí, observándote, arrepentido pensando si hice bien. derramando una lagrima en el vació que ahora existe, contemplando mis heridas que con el tiempo cicatrizaran, en cambio tu estas muerta, porque ¡yo te asesine!... tan solo en mis sueños.