Silencios que dicen más que una arenga
voz en alto salvando la injusta afrenta
mano en el hombro dando tu confianza
observando, sin cortar las alas a los sueños.
Proteges el nido que construiste con amor,
impregnas huellas, quitas las piedras
enseñas a sortearlas, seguridad da tu andar
amedrentas fantasmas de verdades y mentiras.
Haces tuya la alegría de tus amados retoños
tus pasos se hacen eco de los de tu linaje
la felicidad es verlos buenas personas, felices
completas la senda con las de tu hijos, ¡estás!
¡Más allá del ocaso de la vida, siempre estás!
Oscar A. Fernande Folguerá (Argentina)
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