Te hablaré al oído, odiarás mi voz
te despertaré de tu sueño porque es lo que hago
en el fondo sabrás que tengo razón
y que la batalla se renueva cada mañana.
Te necesitaré mañana, por eso te escribo hoy
te doy ánimo, te recuerdo quién soy
te hablaré de sueños y promesas
para mil problemas necesitaré tu destreza.
Tu fuerza acabará cien veces y cien veces estará allí mi voz
porque te necesito, así como tú a mí
ningún día terminará sin la grata sensación
de vivir para aprender.
Yo me quedaré atrás, hundido en el recuerdo de éste día
pero te escribo hoy, porque te necesitaré mañana.