Cada vez que recuerdo que por mi tu sufriste
Que viniste a cargar sobre ti mis pecados
Y he sido tan ruin que no he sabido cuidarme
Porque he vuelto a caer de donde me sacaste
Tu sabes mi señor que torpe y débiles somos
Nos confundimos con mezquindades vacías
Porque sabiendo cuales son nuestro pecados
Olvidamos la sentencias cada instante cada día
Pero señor, aun con tu cuerpo lacerado y herido
Seguiste cargando de nosotros las torpezas
Porque sabes lo que fuéramos sin tu presencia
Facíl presa para el averno porque nos acecha
Te rogamos que no nos deje nunca señor
Tu sabes que no podemos defendernos del mal
Si nos abandona un instante solo tropezamos
Y podríamos sin tu protecición perdernos total.