VERDAD
Aunque a mí me duela en ese momento,
prefiero de tus labios la verdad;
tenerte con tu sincera amistad
porque así no habrá ningún sufrimiento.
Así, mi cariño irá en aumento
y nunca sentiré la soledad,
tendré tu tesoro: la lealtad;
menos tendré yo algún lamento.
Háblame siempre con tu dulce voz
que para mí es el mejor remedio,
como estar durmiendo juntos los dos.
Que nuestra verdad esté siempre al medio
para que no se produzca el adiós
y la vida no siga siendo tedio.