Por un instante pensé
Que eras eterna
Ya todo era posible, pienso…
Nunca me va a faltar el
Amor y el deseo
De tu desnudez, fría…
Fría, como el alba en su
Máximo esplendor,
Se une tu alba con
Mis nubes de deseos
Hasta formar el mayor
Ocaso
En este vasto cielo frio y
Ausente de amor para
Formar una grácil
Y gentil paz y armonía entre
Tu alma y la mía
Que están llenas de amor
Pero amor que agoniza
Y gime, con ardor, con furor,
Con aflicción por tenerte lejos
De su regazo,
Y no sentir tu piel
Esa piel con fragancia
De Dioses, con un aroma
El cuál es el éxtasis
De mi felicidad.
¡Mi alma te reclama!
Con lamento, porque… porque
No estás en este momento
Dejando que explore
El mapa voluptuoso de tu
Cuerpo, dejándome ver
El pináculo de tus senos
Y el confín de tus labios
Los cuales con amor se unen
Y hacen una fiesta e
Invitan a nuestras caderas a
Esta excitante reunión privada.
Autor: Howard B.H