Hay días que pienso que mi poeta ha muerto,
Lo intento despertar con viejos recuerdos,
Le canto canciones de amores eternos,
Le susurro al oído sus poemas favoritos,
Pero el poeta no despierta,
Le muestro la poesía de una doncella cierta,
y se encienden sus ojos como llamas,
puedo sentir su corazón latiendo, rompiendo escamas,
quiero una dosis de tu inspiración cada mañana,
despertarme con tus versos en mi cama,
recorrer el día de la mano de una dama,
es mi sueño ideal,
parece todo tan real,
puedo abrazar esos sueños que se esfuman con el tiempo,
quiero ser su dueño y retenerlos un poco más.